martes, 31 de agosto de 2021

Desaparecer en un solo de Coltrane

      

Me he levantado otra vez muy pronto esta mañana. Al salir a la calle para ir a la cafetería me he encontrado a un hombre al que la quietud que hay en las ciudades a primera hora parecía que lo hacía moverse como encaminándose hacia un precipicio. Al entrar en la cafetería he saludado a Aura, aunque siempre la llamo Aurora, y me corrige. Me confundo por Aurora, el libro de Friedrich Wilhelm N., pero le digo que me pasa siempre, que también confundo puente con túnel, camisa con camiseta, a Arthur Rimbaud con Arthur Rimbaud muerto. Mientras leía Desaparecer en un solo de Coltrane, de José Vidal Valicourt, ha entrado una mujer con el pelo blanco como el lomo de una gaviota. Como se ha sentado en la mesa de al lado y me ha saludado como si me conociera de siempre, me ha dicho que tenía un aire afrancesado. Le he dicho que oui y nos hemos reído. Luego le he dicho que durante varios meses estuve relacionando todo lo que me pasaba con Bajo el volcán, de Malcolm Lowry. A veces, cuando no conozco a alguien, digo cosas que no tienen relación con casi nada. Me ha gustado la ciudad descrita por Valicourt y que Panero fundó en uno de sus brotes psicóticos. Y también cuando ha descrito al personaje como un ser que vigila, un hombre que dedica mucho tiempo a imaginar formas de suicidio. Luego me he fijado que la mujer se había pedido una copa con tres cubitos de hielo. He querido pensar que a esas horas la cosa no era ginebra y que el mundo podía seguir funcionando con normalidad: que lo que bebía aquella mujer-gaviota era agua, como una trucha. Entonces ha sido cuando me ha dicho que según la teoría del Big Rip, debido al proceso de expansión infinito del universo, las galaxias se separarían entre ellas, y como la gravedad acabaría siendo tan débil, las galaxias se desintegrarían y los sistemas planetarios no podrían mantener la cohesión; que todo se reduciría a átomos aislados y que finalmente sólo quedaría radiación. Como me he quedado sin saber qué decir, sólo he pensado que había menos agua en esa copa que en los dos polos de la luna, y entonces le he contado también una teoría que presagia el final de algo y que explica Valicourt, sobre que hay quienes afirman que las mujeres, antes de arrojarse al vacío, suelen descalzarse como si fueran a acostarse.