Cuando Camus llegó al castillo de
Combourg pidió visitar la habitación de Chateaubriand. Nada en lo íntimo del
castillo era lo que había sido. La apariencia exterior seguía intacta, con sus
muros orgullosos y torreones altivos. Pero el interior ya no era. Se había
malogrado lo esencial, y Camus se percató y siguió su viaje con esa sensación
de lo perdido.
«C'est dans les bois de Combourg que je
suis devenu ce que je suis.»
René-Auguste de Chateaubriand
1 comentario:
Sorprende cómo algunos lugares guardan solo la certeza de que todo es una sucesión de ausencias.
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